Este es un tema recurrente en la consulta de obesidad, es un problema muy común con el que nos enfrentamos al atender a un paciente. Y por lo mismo, es un tema muy importante a tocar con los pacientes.
En estos últimos días he tenido la oportunidad de platicar con varios pacientes, y hablar con ellos sobre sus intentos previos de perder peso, de los tratamientos exitosos y de los que no lo fueron tanto; y entre más comparto experiencias con pacientes, mas encuentro un punto en común sobre esos tratamientos previos: me cansé de la dieta, me cansé de los licuados, me cansé de no comer fruta, me cansé…
Y al interrogar mas del tema, tanto por mi interés profesional, como mi curiosidad personal; que les preguntó “¿y que te decía tu médico/nutriólogo/bariatra?” las respuestas son muy similares, casi siempre hacen énfasis en que les daba días libres (días en los que suele haber atracones o conductas compensatorias), o que simplemente dejaron de ir, porque al no seguir la dieta ya no querían que los regañaran, o que les exigieran más. Hablan sobre como al dejar de perder peso de forma acelerada suele estar acompañado de “no estas haciendo la dieta” o de un “algo estás haciendo mal”.
Me parece increíble (con la visión, conocimientos, idea de abordaje integral y holístico que tengo hoy) que nadie se haya tomado la molestia de explicarles, de hablar con ellos y decirles “esto pasa, esto es esperado, esto es normal”, hablar con ellos sobre mecanismos compensatorios, sobre el “set point”, y que la primera reacción siempre es culpa.
Es muy difícil entender hoy para mi el estigma del peso, y la carga que ponemos a nuestros pacientes sobre su peso, y sobre como “es su culpa” y no nos tomamos el tiempo para platicar con ellos.
En una ocasión, escuché que preguntaba un médico, “como le hacía para ofrecer atención de calidad a personas que padecen obesidad si tiene una agenda saturada, si tiene poco tiempo para dedicar en sus consultas.” Y la respuesta me impactó: “entonces no puedes atender pacientes con obesidad”, así de sencillo. Como el conocimiento y el entusiasmo por ayudar es una cosa, pero que no podemos individualizar un tratamiento si no conocemos a nuestro paciente. Y si nuestros pacientes no saben sobre las recaídas, no les explicamos sobre lo crónico de esta enfermedad, estamos condenándolos a seguir sufriendo y no entender su enfermedad.
Seamos más sensibles, si como en la anécdota que les conté, nosotros no tenemos el tiempo, el interés o el conocimiento para atender esta enfermedad, hay que tener la humildad de derivarlos. Si tu profesional de la salud no se toma el tiempo para conocerte y trabajar juntos, te recomiendo buscar otra opción.
Dr. Bernardo Rea
bernardo@balianz.mx