¿Por qué COVID-19 y obesidad?

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¿Por qué COVID-19 y obesidad?

Durante toda la pandemia de COVID-19 en el mundo, al menos en México, hemos escuchado de forma muy insistente en medios de comunicación, en comunicación del gobierno, en publicaciones científicas y por todos lados, que la edad y las enfermedades crónicas hacen a una persona susceptible a tener formas más graves de la enfermedad.

A su paso por el mundo, hemos encontrado que esta enfermedad tiene un espectro de presentación clínica muy amplio, desde asintomático o casos leves (que afortunadamente son la mayoría), hasta casos graves en donde puede provocar la muerte del paciente.

Sin embargo, la insistencia de las personas de alto riesgo que padecen enfermedades crónicas (y enfatizan en diabetes, hipertensión arterial y obesidad; que han demostrado ser las tres enfermedades crónicas más relacionadas a mal pronóstico) nos ha hecho más receptivos a entender que la obesidad es una enfermedad crónica, y es una enfermedad que se asocia, al menos en caso de COVID-19 a un posible peor pronóstico.

Ahora, no solo es saber y repetir que estas enfermedades se asocian a un peor pronóstico en la enfermedad. Sino entender el por qué de esto. Hablaré de algunos factores específicos de la obesidad para favorecer a casos más graves.

  • La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por una inflamación crónica de bajo grado. En términos sencillos, es más fácil que se inflame demasiado un organismo que ya estaba inflamado a uno que no lo estaba.
  • La obesidad provoca restricción de la capacidad pulmonar por compresión. Esto quiere decir que la acumulación de grasa, principalmente en el abdomen, hace que los movimientos respiratorios del tórax no sean tan eficientes. Lo que provoca que sea más fácil que se complique la mecánica ventilatoria.
  • Es importante considerar la asociación tan importante que existe entre obesidad, diabetes e hipertensión arterial. Ya que son enfermedades que coexisten en muchos casos, por lo que el riesgo es más intenso, y los pacientes cuentan con los daños provocados por estas enfermedades previo a la infección por SARS-CoV2.

Es importante que tomemos la oportunidad después de la pandemia para hablar de la obesidad como una enfermedad, que requiere múltiples intervenciones por profesionales de la salud. En un país como en nuestro, en el que más del 70% de las personas padecen sobrepeso u obesidad, se deben tomar medidas serias para atender este problema, por profesionales calificados, con apoyo de políticas públicas, educación (tanto a pacientes y a profesionales de la salud), y favorecer a entornos saludables.

Es una labor muy compleja, pero debemos todos poner nuestro granito de arena para lograr mejorar las condiciones de las personas que padecen obesidad.

¿Ustedes creen que dentro de la “nueva normalidad” se le de un papel más relevante al manejo de enfermedades crónicas, incluyendo obesidad? Los invitamos a publicar sus comentarios, nos encantará platicar.

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