Desde diciembre del año pasado, y lo que llevamos de este año todos hemos escuchado mucho sobre el “coronavirus” después denominado COVID-19. Este virus ha causado revuelo en medios, ya que es una enfermedad nueva, de la cual se van conociendo datos, pero todo el conocimiento del tema se va dando mientras la enfermedad avanza por todo el mundo.
Hoy por hoy los países más afectados son China, Italia, Irán, Corea del Sur; pero la enfermedad ha afectado a un gran número de países en el mundo, contando al nuestro (con 12 casos reportados hasta el momento), y el día de ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) la definió como una pandemia.
¿Qué quiere decir que se le diera la definición de Pandemia? Como definición, esta enfermedad era ya una pandemia, ya que estaba presente en muchos países. Sin embargo, el anuncio que se dio desde la cabeza de la OMS ayuda a emitir un llamado de atención a todos los países, a tomar en serio la enfermedad, a tomar medidas para buscar contenerlo (ojo, ya no evitarlo, eso ya no es posible; lo que debemos procurar es contenerlo). El anuncio de pandemia no sucede desde 2009 con la Influenza A H1N1 en donde México fue severamente afectado.
¿Ahora, que tiene que ver esto con obesidad? Se ha alertado que las personas con mayor riesgo a sufrir complicaciones por el COVID-19 son personas vulnerables: como las personas de mayor edad, o personas con comorbilidades u otras enfermedades, siendo la obesidad una (y las más frecuente) de ellas, pero no dejando de lado enfermedades respiratorias crónicas que son también muy importantes; enfermedades como hipertensión arterial, diabetes mellitus u otras.
¿Qué podemos hacer? Por supuesto que no podemos curar la obesidad de un día para el otro y así protegernos. Lo que podemos hacer es atender de forma precisa y estricta las recomendaciones generales:
1) Lavado de manos frecuente y a consciencia.
2) Distanciamiento social (evitar saludar de mano, de beso o abrazar a la gente).
3) Al toser o estornudar hacerlo en un pañuelo desechable, tirarlo de inmediato y lavar las manos, o con el borde interno del codo.
4) Entender que la obesidad nos pone en riesgo, no solo para esta enfermedad, sino para muchas otras a largo plazo, que tienen desenlaces fatales en mucho mayor porcentaje que el COVID-19.
5) Evitar lugares concurridos en medida de lo posible.
Tomemos esta enfermedad en serio, pero también tomemos en serio a la obesidad, que es una enfermedad que hemos normalizado por mucho tiempo pero que nos expone a muchos riesgos. Y los invito a que cualquier enfermedad que hemos dejado pasar la atendamos.
Por ahora enfócate en protegerte a ti y a los tuyos con medidas de prevención de enfermedades respiratorias. Pero cuando esto mejore acércate a un profesional de la salud para tratar juntos la obesidad, las enfermedades no se “curan” solo por querer y echarle ganas, hay que recibir atención médica especializada. En Balianz podemos trabajar junto contigo para lograrlo. Y si no es en obesidad, tenemos contacto con excelentes médicos de otras especialidades, mi intención es que tomemos en serio nuestra salud.
Dr. Bernardo Rea